miércoles, 2 de enero de 2008

Héctor Hernández, o cuando espetar verdades se torna estético -y sin padrino en Barcelona.

Debo a una llamada de atención de alguna mujer multiorgásmica -literariamente hablando- el descubrimiento de Héctor Hernández Montecinos, genial poeta chileno que estuvo hace poco en Lima y para mi pasó como un perfecto desconocido: tremendo error.

Pego directamente algo de Hernández: una parte de PUTAMADRE, selección de textos 2001-2004 colgado en la web. Igual, no puedo omitir citar un extracto.

Mis amigos pintan las calles con sangre semen y llanto / Mis amigos hacen música con los restos de la linda república de rodillas / Mis amigos ocupan las casas para la cultura y los persiguen / Mis amigos no escupen para el cielo porque ya no confían en él / Mis amigos hacen videos grabando la realidad / Mis amigos tienen nombres de santos pero es una graciosa coincidencia / Mis amigos hacen de la vida una performance para no irse a la mierda

Leyéndolo, me cayó muy simpático Hernández, muy simpático. Algunas frases altisonantes -de esas que buscan agujerear las sonrisas almidonadas de matriarcas literarias que escriben reseñas en las revistas culturales para consumo de una elite deprimente-, pero hechas con mucho tino, mucho sentido y mucha potencia. Descubrimiento grato, aunque algunos temas ya me parecen recurrentes y no me atraen mucho -el de la locura, por ejemplo, aunque igual en el tiene chispazos que son muy buenos- pero el balance general es (muy) positivo. Como para llevarlo a la playa en año nuevo para acordarse uno de que la mierda también es poesía, y que uno puede dulcificar la bilis a través de ella. Alli va:


No a las respetables putas de la belleza / No a los distinguidos perros de la poesía / Nosotros hemos cantado a nuestra generación sin lograr despertarlos del miedo / Nosotros hemos jugado a ser palabra derramando a tiros el desenfado sobre las cabezas de los boquiabiertos que nunca imaginaron un arrebato como este para la poesía y para lo que se vive de ella / Hemos desvestido a las muñecas con fuego y voz propia / Hemos desasistido por ellos nuestra lógica y nuestro pudor / Porque cuando los dioses se quedan en silencio los desiertos de atacamas del mundo florecen hacia adentro de los ojos / Ya no queremos ser más ciegos / Buscamos luchar contra la desesperación del tiempo y los demonios del poder / Pero sólo ahora hemos resuelto que la poesía es un rumor de prestidigitadores / Y que nuestros dedos son dardos / La verdad es una de las pocas mentiras que hace daño en este contexto / No escribimos artes poéticas / Leemos las coyunturas de la vida / Nos ha tocado hacer el trabajo sucio / Destrancar las alcantarillas llenas de guaguas rancias porque en las camas de mi casa los durmientes no cesan de crecer y me aprietan y no me dejan escribir y dicen que estamos mal muy mal / La honestidad está desnuda / Sangra por la nariz y el culo / Estamos llamados a ser más que los primeros continuadores / Nuestros sudarios son seminarios / Nadie quiere tocarnos / Mis amigos no tienen más de 22 años / Y conocen la ambigüedad de las miradas / Conocen la alucinación de las esferas / Conocen el destierro de la estirpe / Conocen a los sobrevivientes de 17 años en llamas / Conocen el fascismo / Conocen la dictablanda / Conocen el alcohol después del Amanecer / Niñitos danzando alrededor de la luna / Corazón cobertizo / Corazón sagrado de los rebeldes / Corazón sagrado y herido de los homosexuales / Nuestra vida está quebrada / Todos los géneros son una convención que no necesitamos / De un día para otro un puñado de mestizos resplandecientes apareció desde los rincones más inhóspitos de Vergüenza Nacional / Mis amigos pintan las calles con sangre semen y llanto / Mis amigos hacen música con los restos de la linda república de rodillas / Mis amigos ocupan las casas para la cultura y los persiguen / Mis amigos no escupen para el cielo porque ya no confían en él / Mis amigos hacen videos grabando la realidad / Mis amigos tienen nombres de santos pero es una graciosa coincidencia / Mis amigos hacen de la vida una performance para no irse a la mierda / Mis amigos son testigos de las revoluciones sensuales / Mis amigos conocen los paisajes de chile por el ácido / En los rincones de la ciudad hemos peleado nos hemos emborrachado nos hemos amado / Nos han insultado por ser menos mediocres que nuestros padres / Hemos multiplicado las divisiones / El pasado es una excusa para ser más cobarde / Mis amigos son pobres de la calle de la noche / También hay hombres que se suicidan entre mis amigos / Y los locos no están solos / Pero nos tenemos a nosotros y tenemos poesía / Por eso celebramos que estamos juntos anunciando el devenir de nuestros deseos / Lo peor que podría pasar es callarnos poco a poco / Caernos enredarnos en el mismo galope / Hombres-mujeres-caballos / Estamos viviendo el luto de nuestro tiempo / No a las respetables putas de la belleza / No a los distinguidos perros de la poesía

(...)

Ay de mí y de los que no supieron apartarse del delirio Ay de mí y de los otros que conocieron el sabor de una mirada testicular Ay de mí y de los trashumantes con zapatitos de cuero Ay de mí y del verbo que es el regañadientes que los dioses juraron no existencia Ay de mí y de esos que desearon el entrechoque de las piernas y su sinécdoque invertida Ay de mí y de los besos negados en el día por ser más tarde que lo natural Ay de mí y de todos los que estuvieron por debajo de los porcentajes de la decencia Ay de mí y de los que en esta mesa me acompañan Ay de mí y de los que buscan sus cicatrices en mi espalda juntos Ay de mí y de mi madre que todas las noches llora por mi paraíso Ay de mí y de los que bailan alrededor del falo-tótem perdido en las almohadas heridas de la memoria Ay de mí y de los muchachos que se revolcaron en las mismas sucias habitaciones de la cotidianeidad Ay de mí y de los que se desgarran en los baños de las más honorables familias Ay de mí y de las niñitas que lo venden por tan poco Ay de mí y de las genuflexiones sexuales Ay de mí y mis amigas que se ensucian en lo que ellos creyeron perdiéndose Ay de mí y de los que fornican encerrados en un pestillo de cristal Ay de mí y del vértigo de los que escriben en el vacío Ay de mí y la fotografía de mi único amor cerca de mil novecientos Ay de mí y las configuraciones espermatozoidas Ay de mí y la eternidad es una excusa común para no desistir antes de tiempo Ay de mí y los efectos especiales de los genitales masculinos Ay de mí y los juegos que son la excusa de la bella juventud Ay de mí y del fuego que los chicos saben compartir en su roce Ay de mí y los vientos del norte Ay de mí y la pieza oscura en que los fugitivos hacen nacionalidad Ay de mí y de los que lloran de verdad pintarrajeados en las discotecas Ay de mí a la intemperie de unas bellas miradas Ay de mí y de los poetas que asesinan cuerpos en blanco Ay de mí y las felaciones bombillas Ay de mí y de las voces que afuera allá se escuchan de repente Ay de mí cuando el escupitajo es la solución más fácil Ay de mí y del Cinturón de Orión Ay de mí y de aquellos que de la sangre hicieron pacto de placer Ay de mí y de los malos vinos que se dan vuelta en las mesas de la cristiandad Ay de mí y de los que se quedaron en silencio antes de entregarse a la exquisitez que los mata Ay de mí y de los que fuman su ilegal inmemoria Ay de mí y de las pequeñas cosas que ya se fueron Ay de mí y de la soledad terrible Ay de mí y los ojos que atraviesan el alma Ay de mí y del vodka naranja que nunca llegó Ay de mí y de los mil demonios Ay de mí y de los que dicen más cosas de las que escuchan Ay de mí y los proxenetas que duermen cuidando a la risa Ay de mí y de los festejantes del sueño en su alucinación temprana Ay de mí y el trago del santo óleo profano Ay de mí y los hocicos de las calles en que las locas convocan su jolgorio Ay de mí y las adivinanzas violentas de los asesinos Ay de mí y de la patria masturbando sus cicatrices para el regocijo de los forasteros Ay de mí y de los cohetes a la luna Ay de mí y los malos discursos que no paran Ay de mí y los niños que aprendieron a besar como Marilyn Manson Ay de mí y del Espíritu Santo de Gautama Ay de mí y de quien ya no me espera Ay de mí y de los secretos caprichos de la piel Ay de mí y los dolores de estómago Ay de mí de las probabilidades de las correspondencias Ay de mí y del ultrasonido Ay de mí porque tengo más permisos para ser rebelde Ay de mí por la tolerancia egoísta espero noticias Ay de mí y de los intere$ado$ tanto$ tanto$ Ay de mí y del sincretismo universal del encendedor a la fogata Ay de mí ahora que todos se han ido Ay de mí sin saber arrojarme a los signos del tatuaje Ay de mí y los teléfonos públicos más privados Ay de mí y los preciosos pacos culiados manoseantes Ay de mí los aeropuertos y los viajes Ay de mí y los sótanos donde se esconden los ratones de la tercera guerra Ay de mí y del desafío para ser __________ Ay de mí y de las drogas norteamericanas 90% del mundo Ay de mí y de los genocidios que nadie recuerda por moral Ay de mí y del Océano Pacífico Ay de mí y de los meloncitos calameños Ay de mí y de aquellos orgasmos dialécticos Ay de mí y los diccionarios más ilustrados Ay de mí cuando hay que soltarse la mano Ay de mí durmiendo en la insectidad diurna de mi propio Kafka Ay de mí y las grandes mentiras para ser más idéntico Ay de mí ahora que vuelvo a escribir poesía Ay de mí porque hablar de ---- es imposible Ay de mí y esto también es proyección Ay de mí y de los compatriotas de la más turbia ciudad ambulante Ay de mí porque parece que muchas películas hemos visto Ay de mí y de los que creen en los espejos Ay de mí y los países de Latinoamérica histéricos Ay de mí y los doce duendes con asco Ay de mí y la palabra Ay de mí y del putamadre Ay de mí y las alabanzas judías que los penitentes encabezaron Ay de mí y las lecturas del emperador y del diablo Ay de mí y los transistores negros del continente más agudo Ay de mí y del mapa de la manicomia Porno Star Ay de mí y de las minúsculas ideas que mueven a los despreciantes Ay de mí cuando lo que se dice es lo que las canciones traducen de las lenguas extranjeras Ay de mí y de la carretera vomitando nosotros Ay de mí y del niño en la pieza Ay de mí y las estridencias Ay de mí y de los espacios sin ley Ay de mí y de la fe en el amor que no pide (La Pregunta) Ay de mí Ay de mí Ay de mí

1 comentario:

Unknown dijo...

hola soy hector
que gusto encontrar(me)en tu blog
me gustaria te comunicaras conmigo
estoy en lima hasta el miercoles
de ahi me voy a arequipa luego cuzco y regreso a presentar un librito... mi blog es: http://www.acheache.blogspot.com/

saludo
.h.h